* ¿Es posible que existan descendientes directos de los Anunnaki en la actualidad? Todo parece indicar que sí y se encuentran en la Isla de Melanesia.
* Dos estudios genéticos separados hallaron evidencias de un sorprendente vínculo genético entre las poblaciones nativas de las Américas y Oceanía.Según un
nuevo estudio, los rastros de una especie desconocida de homínidos, han sido encontrados en los habitantes modernos de Melanesia. Gracias a los resultados de una investigación, se obtuvieron los porcentajes de ADN de especies extintas, que los melanesios modernos poseen.
Contrariamente a lo que anteriormente se suponía, no solo encontraron ADN de neandertales y denisovanos, también un porcentaje de su material genético de origen desconocido.
Esto ha llevado a pensar a algunos expertos en la posibilidad de que sean descendientes de los Anunnaki.
“Un tercer grupo de seres (hasta ahora desconocidos), pudo haber coexistido con los antepasados de los melanesios” indicaron los genetistas a una famosa revista científica.
Previamente, investigadores daneses publicaron un estudio similar, en el que llegaron a las mismas conclusiones. El científico Bohleneder, cree que la tercera especie de homínidos, es uno de los eslabones que faltan en la línea de tiempo, y de ser así, esto ayudaría a explicar por qué la gente de Melanesia tiene un ADN tan único, que no se encuentra en ningún otro lugar de planeta.
“La historia humana es mucho más complicada de lo que pensábamos“, agregó Bohlender.
Según la historia del génesis, el duodécimo planeta, conocido como Nibiru fue poblado por seres humanoides muy similares a nosotros los seres humanos. Después de que encontraron un problema severo en la atmósfera, fueron en una búsqueda a través del sistema solar para encontrar el oro, un metal especial que podría curar su planeta.
Cuando Nibiru se acercó a la órbita de la Tierra, aproximadamente 432.000 años antes de Cristo, los Nibiruanos usaron naves espaciales para enviar gente y bienes esenciales desde su planeta a la Tierra. Después de llegar a la superficie, los seres avanzados establecieron bases en la antigua Mesopotamia.
Muchos creen que esta es la verdadera estación de la creación de la humanidad – dentro de los laboratorios de los genetistas Anunnaki.
El estudio llevado a cabo por la Sociedad Americana de Genética Humana confirmaría esta hipótesis casi al día, ofreciendo una visión que podría responder a una de las preguntas más antiguas e importantes la historia: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?
Con el fin de obtener la solución irrefutable a este enigma secular, debemos excavar profundamente donde nadie ha excavado antes. Pero esto es más difícil de decir que de hacer. Otra manera de hacer esto sería analizar los registros microscópicos que están escondidos dentro de nuestro ser. Los Anunnaki sabían que su ADN era la clave para la ingeniería del esclavo ideal.
En nuestra búsqueda sin fin de nuestro linaje verdadero, nosotros como seres humanos debemos hacer lo mismo.
En un esfuerzo reciente, otro grupo de científicos llegó a una conclusión similar. Dirigidos por el genetista evolutivo Eske Willerslev del Museo de Historia Natural de Dinamarca, los científicos examinaron muestras de ADN tomados de 83 australianos aborígenes.
También probaron a 25 participantes pertenecientes a poblaciones nativas de las tierras altas de Papua Nueva Guinea. Para su sorpresa, los investigadores descubrieron ADN exótico, parecido al Denisovan en los genomas de los voluntarios del estudio. Tomando en cuenta que los investigadores sólo lo llamaron parecido al Denisovan, pero en realidad, el grupo que cedió sus genes a los antepasados de los participantes es completamente desconocido. “¿Quién es este grupo? No lo sabemos”, dijo Willerslev. Tampoco nosotros, pero una multitud particular viene a la mente.
No debe sorprender que tales descubrimientos se hagan siempre cuando se estudia el genoma de poblaciones remotas. Con el tiempo, estos grupos aislados tuvieron poco contacto con el mundo exterior. Vivían y procreaban dentro de comunidades cerradas y esto se refleja en su genoma. Cuanto más rica y diversa sea su ascendencia, menos probable es que los genes particulares permanezcan sin cambios. En el caso de los aborígenes australianos y melanesios, el aislamiento significa que menos genes fueron alterados a lo largo de su existencia.
No es difícil imaginar esta versión alterna de nuestro pasado. Los Anunnaki llegan a la Tierra, juegan a ser Dios y crean a la humanidad. El científico jefe Enqi y el jefe médico Ninti usan la manipulación genética y la fertilización in vitro para producir seres humanos a su propia imagen. Utilizan a la humanidad para servir a sus propósitos y cuando les conviene, dispensan la destrucción en forma de un diluvio de Bíblicas proporciones.
Algunos seres humanos elegidos están protegidos por una facción de los Anunnaki que decidieron ir en contra del protocolo. Sobreviven y se extienden en todos los rincones del globo. Miles de generaciones pasan, y los genomas de los que “socializan” más se mezclan más allá del reconocimiento.
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